Platón (427-347 A.C.): Este gran filósofo de la Grecia Antigua nos dice que la filosofía está motivada por “Eros” –Amor o Anhelo-. En Filosofía Profunda tomamos de él la comprensión profunda de que los seres humanos somos normalmente aprisionados en nuestra estrecha “caverna”, y que la filosofía puede ayudarnos a salir de nuestra cueva para conectar con dimensiones más altas de nuestro entendimiento y de la realidad. La filosofía, entonces, es un camino para elevar la vida.

Marco Aurelio (121-180 A.C.): Este filósofo estóico escribió su profundas Meditaciónes como un cuaderno personal de ejercicios filosófico-espirituales. Tomamos de él el entendimiento de que la filosofía es un camino para la vida que involucra la contemplación continua sobre los fundamentos de la vida y del mundo. La tarea de la filosofía es liberarnos de nuestras fuerzas psicológicas automáticas, y ayudar a despertar nuestro ser profundo, o lo que él llama “el principio guía” (el “daemon”), en nosotros. De esta manera la filosofía ayuda a crear un cambio interior y una autotransformación hacia la armonía con la realidad (el “cosmos”).

Plotino (204–270 D.C.): Según este importante filósofo neoplatónico, el pensamiento meditativo y la comprensión intuitiva pueden ayudarnos a trascender nuestro ser ordinario y a tomar parte en los niveles superiores de la realidad que anhelamos. En Filosofía Profunda compartimos con él la visión de que la filosofía meditativa (o contemplativa) puede ayudarnos a elevarnos o a profundizar en nosotros mismos y a entrar en contacto con la plenitud de la realidad

Pico della Mirandola (1463-1494): Para este filósofo italiano del Renacimiento, la filosofía es una manera de transformarnos y elevarnos a dimensiones superiores de la vida. También compartimos con él la idea de que diferentes filosofías no son necesariamente contradictorias, sino que son diferentes aspectos de una sabiduría común. Es por eso que podemos contemplar diferentes textos filosóficos y tratarlos como diferentes voces de la rica sinfonía humana.

Michel de Montaigne (1533-1592): Este filósofo francés del Renacimiento escribió sus “Ensayos” entretejiendo anécdotas e historias personales, citas de antiguos pensadores, y sus propias ideas filosóficas y comprensiones profundas. Compartimos con él la comprensión de que las ideas filosóficas no tienen por qué estar separadas de la vida cotidiana. La vida y la filosofía pueden juntas ser entrelazadas de manera íntima.

Benedict Spinoza (1632-1677): Según este filósofo judío holandés, el estudio de la filosofía puede cultivar un estado mental más elevado y la sabiduría (“el tercer tipo de conocimiento”) que implica alegría, virtud y amor al mundo. Compartimos con Spinoza la idea de que el nivel más alto de comprensión filosófica no es sólo una cuestión de poseer ideas abstractas, sino también de expandir nuestra mente para conectar con la totalidad de la realidad.

Jean-Jacques Rousseau (1712-1778): El filósofo suizo-francés Rousseau distingue entre el verdadero yo (o “yo natural”) y la superficial máscara que normalmente llevamos sin ser conscientes de ello, y que es producto de fuerzas psicológicas y sociológicas. En Filosofía Profunda tomamos de Rousseau la tarea de ir más allá de nuestros patrones psicológicos para reconectar con la original y más profunda dimensión de nosotros mismos.

Novalis (1772-1801): De este filósofo y poeta del romanticismo alemán, recibimos la idea de que la filosofía puede ser practicada en togetherness (Vínculo de estar y pensar juntos) en un grupo. Cuando cada participante contribuye con su propio pensamiento parcial, el discurso se convierte en una rica polifonía de ideas que es mayor que sus partes. Novalis y sus colegas llaman a esta filosofía-en-togetherness “Sinfilosofía”. También tomamos de él las ideas de una fuente interna de sabiduría superior dentro de nosotros, y de la profunda conexión entre el pensamiento filosófico y poético.

Ralph Waldo Emerson (1803-1882): Emerson, líder de la filosofía trascendentalista norteamericana, nos enseña sobre la “super-alma” (over-soul) – una fuente de comprensiones profundas creativas y de inspiración que están más allá de nuestro ser normal y nuestra comprensión normal. En Filosofía Profunda tomamos de él su llamada a abrirnos interiormente a esta fuente de inspiración y sabiduría, para que podamos recibir de ella nuevas e inesperadas ideas y comprensiones profundas.

Søren Kierkegaard (1813-1855): Para Kierkegaard, el filósofo danés y padre del Existencialismo, la lucha del individuo con los asuntos básicos de la vida no puede separarse de la vida concreta. Las teorías objetivas no son suficientes, porque la verdad es una cuestión de actitud personal, compromiso y elección, y requiere conciencia de sí mismo, autenticidad y seriedad. En Filosofía Profunda compartimos con Kierkegaard la idea de que el pensamiento filosófico está íntimamente conectado con la relación personal de uno con la vida.

Henri Bergson (1859-1941): El filósofo francés Bergson nos pide que examinemos nuestras profundas experiencias internas y nos demos cuenta de que no pueden ser analizadas o incluso descritas con precisión. En Filosofía Profunda compartimos con él la comprensión profunda de que nuestra vida interior no puede ser capturada con el pensamiento teórico. Para apreciar nuestra profundidad interior necesitamos otra forma de comprensión, una que sea holística, atenta, pre-lingüística, o lo que él llamó “intuición”.

Martin Buber: (1878-1965): Según este filósofo judío austro-israelí, el fundamento de la realidad humana son las relaciones con los demás, no como individuos.  Togetherness con los demás, con la naturaleza, e incluso con las voces de los pensadores ya muertos es necesaria para conectar con la profundidad de la realidad humana. En Filosofía Profunda tomamos de Buber el poder de pensar en togetherness, y la posibilidad de resonar en togetherness con nuestros compañeros y con los pensadores históricos.

Karl Jaspers (1883-1969): Este filósofo existencialista (y psiquiatra) alemán nos recuerda que nuestro pensamiento tiende a objetivar el mundo, y es entonces ciego a la realidad primordial que es más básica que los objetos y la objetivación. Sin embargo, los textos filosóficos (así como la poesía, la naturaleza, el mito) pueden actuar como “cifrados” que nos apuntan hacia esta realidad primordial pre-objetiva. En Filosofía Profunda tomamos de Jaspers la comprensión de que las ideas filosóficas pueden servir no sólo como teorías sobre el mundo de los objetos, sino como cifrados que nos llevan más allá de los límites del pensamiento objetivo. También tomamos de Jaspers su punto de vista de que la vida filosófica nos permite recolectarnos a nosotros mismos de estar perdidos en nuestras actividades cotidianas.

Paul Tillich (1886-1965): Según este pensador germano-norteamericano, los textos y e ideas pueden funcionar como “símbolos” que nos llevan más allá de ellos mismos y más allá de la descripción de los hechos. Tomamos de Tillich la comprensión de que los textos e ideas filosóficas pueden funcionar como tales símbolos, si nos abrimos a ellos. Ellos pueden abrir para nosotros niveles ocultos de realidades a las que no se puede acceder de ninguna otra manera, y también pueden abrirnos a esas realidades.

Gabriel Marcel (1889-1963): Para este filósofo existencialista francés, una dimensión central de la vida humana es el “misterio”, una realidad personal que no puede ser capturada desde la perspectiva de un observador objetivo. Podemos apreciar el “misterio” de nuestra vida experimentándolo personalmente y viviéndolo auténticamente, pero no teorizando sobre él intelectualmente. En Filosofía profunda tomamos de Marcel la comprensión de que no se puede acceder a la dimensión profunda y personal de nuestro ser sólo a través del pensamiento intelectual. Requiere de todo nuestro ser, y de nuestra auténtica auto-reflexión.

Maria Zambrano (1904-1991): Esta filósofa española desarrolló un lenguaje poético especial de pensamiento para explorar aspectos de la experiencia que están más allá del pensamiento teórico. Tomamos de ella la comprensión de que necesitamos abrir dentro de nosotros un espacio interior especial, o “despejar en el bosque”, con el fin de recibir comprensiones profundas transformadoras de los niveles ocultos y profundos de la vida y la realidad. Para la Filosofía Profunda esto significa la importancia del pensamiento poético, la contemplación tranquila y la escucha interior.