Textos para la contemplación filosófica
Textos cortos para la contemplación:
1) Marco Aurelio (121-180 d.C.): La brevedad de la vida
2) Karl Jaspers (1883-1969): La vida filosófica
3) Max Picard (1888-1965): El silencio es fundamental
4) Vladimir Solovyov (1853-1900): La misión del amor
5) Abraham Heschel (1907-1972): Asombro radical
6) Martin Buber (1878-1965): Yo y tú
7) Albert Schweitzer (1875-1965): Reverencia por la vida
8) Nikolai Berdyaev (1874-1948): El Coraje sobre el miedo
9) José Ortega y Gasset (1883-1955): El amor como un flujo
10) Gabriel Marcel (1889-1973): La generosidad como luz
11) Willem Zuurdeeg (1906-1963): El llanto humano
12) Novalis (1772-1801): Filosofía, poesía y el todo
13) Michel de Montaigne (1533-1592): Soledad
14) Epicteto (55-135 AD): Libertad interior
15) Susan Langer (1895-1985): La vida de los sentimientos
16) Miguel de Unamuno (1864-1936): El amor como autocompasión
17) Ralph Waldo Emerson (1803-1882): El super-alma
18) George Santayana (1863-1952): La belleza como perfección
19) Aristóteles (384–322 BC): Felicidad y virtud
20) Friedrich Schiller (1759-1805): Lo sublime
21) Maria Zambrano (1904-1991): La luz irracional
22) Plotino(204-270 d.C.): La belleza espiritual
23) Maurice Maeterlinck (1862-1949): La vida más profunda
24) Friedrich Nietzsche (1844-1900): El auto-creador
25) Giacomo Leopardi (1798-1837): Niveles de autoconocimiento
26) Erich Fromm (1900-1980): El arte de amar
27) Jean Paul Sartre (1905-1980): La existencia antes que la esencia
28) John Sullivan Dwight (1813-1893): La música es de la unidad
29) Aldous Huxley (1894-1963): El ser como una isla
30) Jean-Jacques Rousseau (1712-1778): Virtud, libertad, amor
31) Boecio de Dacia (Siglo XIII) – La búsqueda de la sabiduría
32) Johann Gottlieb Fichte (1762-1814) – La voz de la conciencia
33) Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) – El espíritu es la libertad
34) Simone Weil (1909-1943) – Para aceptar el vacío
35) Simone de Beauvoir (1908-1986) – El valor de la libertad
36) Francis Herbert Bradley (1846-1924) – Armonía en el absoluto
37) Søren Kierkegaard (1813-1855) – La subjetividad es la verdad
38) Agustín (354-430 d.C.) – El deseo de sabiduría
39) Juan Bautista Alberdi (1810-1884) – La filosofía como libertad
40) Emil Cioran (1911-1995) – El deseo de no ser nada
41) Joaquín Xirau Palau (1895-1945) – La metafísica de la crisis
42) Blaise Pascal (1623-1662) – La dignidad del pensamiento
43) Sophie de Condorcet (1764-1882) – Amor noble
44) Johann Gottfried Herder (1744-1803) – Entre dos mundos.
45) Gabriel Marcel (1889-1973) – Yo mismo como regalo.
Ejercicios contemplativos breves:
b) Nota filosófica
c) Contemplación caligráfica
d) Lista esencial
e) Recitación (Ruminatio)
f) Mapa filosófico
g) Conversación interna con un texto
h) Lectura flotante
Textos completos para la contemplación
TEXTOS CORTOS PARA LA CONTEMPLACIÓN
45) Gabriel Marcel (1889-1973) – Yo mismo como regalo.
Filósofo existencialista, dramaturgo y crítico musical francés. Aquí argumenta contra la importancia de mi yo (ego). Debo tratar mi personalidad como algo que he recibido como un regalo, no como mi propio gran logro. (EL EGO Y SU RELACIÓN CON LOS DEMÁS, 1941)
Tal vez no haya error más fatal que el que concibe al ego como el hogar secreto de la originalidad. … La mejor parte de mi personalidad no me pertenece. No soy en ningún sentido el propietario, sólo el administrador. … Si me considero guardián de mis dones, responsable de su fecundidad -es decir, si reconozco en ellos una llamada, o tal vez una pregunta a la que debo responder- no se me ocurrirá enorgullecerme de ellos, ni hacerlos desfilar ante un público, que (como dije antes) significa realmente ante mí mismo.
En efecto, si lo pensamos bien, no hay nada en mí que no pueda o deba ser considerado como un regalo. Es pura ficción imaginar un yo preexistente al cual esos regalos le fueron dados gracias a ciertos derechos que tengo, o como recompensa por mis méritos anteriores.
44) Johann Gottfried Herder (1744-1803) – Entre dos mundos.
Influyente filósofo alemán. En sus IDEAS PARA LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD (1803) sostiene que los seres humanos viven en dos reinos: el mundo material de los animales y el mundo espiritual de los ideales.
La curiosa inconsistencia de la condición humana se pone de manifiesto: como animal, el ser humano tiende a la tierra, y está apegado a ella como su morada. Como ser humano, tiene en su interior las semillas de la inmortalidad, que requieren ser plantadas en otro suelo. Como animal, puede satisfacer sus necesidades, y las personas que se contentan con esto se sienten suficientemente felices aquí abajo; pero los que buscan un propósito más noble encuentran todo a su alrededor imperfecto e incompleto. Lo que es más noble nunca se cumple en la tierra, lo que es más puro rara vez es estable y duradero. Esta arena es sólo un lugar de ejercicio y prueba para los poderes de nuestros corazones y mentes. La historia de la especie humana – incluyendo lo que ha intentado y lo que le ha sucedido, los esfuerzos que ha realizado y las revoluciones que ha sufrido – lo demuestra suficientemente.
43) Sophie de Condorcet (1764-1882) – Amor noble
Escritora francesa y anfitriona de un salón intelectual en París. Lo que sigue es una adaptación de su libro filosófico CARTAS SOBRE LA SIMPATÍA (1798).
Una persona que es digna de estima se alegra de estimar a otros. Su corazón se conmueve fácilmente con el mero pensamiento de una acción buena, y se vincula y apega a quien cree que puede realizar tal acción. Es feliz de estar con esa persona, y su hermandad de virtudes crea entre ellos libertad e igualdad, que pueden experimentar tiernamente como la ternura entre los parientes más cercanos de sangre y naturales.
[…] Es tan cierto que el placer que encontramos en amar proviene (al menos en el caso de la amistad), en gran medida, del placer de hacer felices a las personas a través de nuestros afectos, que sólo las almas generosas pueden amar. Las almas que carecen de magnanimidad o nobleza, o que han sido corrompidas por el egoísmo, pueden querer ser amadas y buscar el deleite y los frutos del amor, pero sólo los corazones generosos que pueden conmoverse con la felicidad de los demás saben realmente amar.
42) Blaise Pascal (1623-1662) – La dignidad del pensamiento
Influyente filósofo, matemático y físico francés. Lo que sigue es un extracto de sus famosas PENSÉES (1670).
- El hombre no es más que una caña, la cosa más débil de la naturaleza; pero es una caña pensante. El universo entero no necesita armarse para aplastarlo. Un vapor, una gota de agua basta para matarlo. Pero, si el universo lo aplastara, el hombre seguiría siendo más noble que aquello que lo mató, porque sabe que muere y [sabe] la ventaja que el universo tiene sobre él; el universo no sabe nada de esto. Toda nuestra dignidad consiste, pues, en el pensamiento. Por él debemos elevarnos, y no por el espacio y el tiempo que no podemos llenar. Esforcémonos, pues, en pensar bien; éste es el principio de la moral.
- Caña pensante: No es en el espacio donde debo buscar mi dignidad, sino en el gobierno de mi pensamiento. No tendría más si poseyese mundos: por el espacio, el universo me comprende y me devora como un punto; por el pensamiento, yo comprendo el mundo.
41) Joaquín Xirau Palau (1895-1945) – La metafísica de la crisis
Un filósofo español. Para él, la realidad es un movimiento dinámico hacia la plenitud. La filosofía explora los caminos hacia esta realización. Lo que sigue es de su ensayo “Crisis” (1946).
La crisis social y política por la que atraviesa el mundo tiene un trasfondo metafísico poco advertido o totalmente desconocido para la gran mayoría de las personas. Persiste en el aire que respiramos; su presencia es tan familiar que es imperceptible. …
La vida moderna es el caos, no el Cosmos. Como tal, carece de centro, no tiene sentido, no tiene rumbo. El mundo antiguo era un organismo. Y, como en todo organismo, cada parte servía al todo, y el todo daba servicio a las partes. … El cuerpo vivo de la realidad tenía su fundamento en el reino material, y su culminación estaba en el esplendor del espíritu. … [Pero ahora] el organismo se divide y desaparece. Sólo nos queda [la dualidad de] la materia y el espíritu, lo real y lo ideal. La gloria del mundo se reduce a uno u otro. Transformado así en un fino hilo de ideas o en un flujo interminable de causas y efectos, el mundo se convierte en una ilusión. Y mediante el idealismo y la materialización, el cálculo matemático o el movimiento atómico, tiende a disolverse en la nada.
40) Emil Cioran (1911-1995) – El deseo de no ser nada
Pensador de origen rumano conocido por su pesimismo filosófico. Lo que sigue pertenece a su principal libro DEL INCONVENIENTE DE HABER NACIDO (1973), que es una colección de fragmentos cortos.
* Una vez cerradas las persianas, me extiendo en la oscuridad. El mundo exterior, un murmullo que se desvanece, se disuelve. Todo lo que queda es yo mismo y… ahí está el problema. Los ermitaños han pasado su vida dialogando con lo más oculto de su interior. ¡Ojalá, siguiendo su ejemplo, pudiera entregarme a ese ejercicio extremo, en el que uno se une a la intimidad de su propio ser! Lo que importa es este dialogo con uno mismo, esta transición hacia el interior, que no tiene ningún valor si no se renueva continuamente, para que el yo sea finalmente absorbido por su versión esencial.
* La tenue luz que hay en cada uno de nosotros y que se remonta a antes de nuestro nacimiento, a antes de todos los nacimientos, es lo que hay que proteger si queremos volver a unirnos a esa gloria remota de la que nunca sabremos por qué fuimos separados.
* Nunca he conocido una sola sensación de plenitud, de verdadera felicidad, sin pensar que era el momento en que -ahora o nunca- debía desaparecer definitivamente.
39) Juan Bautista Alberdi (1810-1884) – La filosofía como libertad
Pensador, teórico político y diplomático argentino que influyó en la Constitución argentina de 1853. Para él, la libertad es el fin de la humanidad, y sólo podremos alcanzarla si la filosofía abarca todos los aspectos de nuestra vida. De su libro FRAGMENTO PRELIMINAR AL ESTUDIO DEL DERECHO (1837).
Como la filosofía es la negación de toda autoridad que no sea la de la razón, la filosofía es la madre de toda emancipación, de toda libertad, de todo progreso social. … Sólo hay una libertad, la de la razón, que tiene tantas fases como elementos hay en el espíritu humano. Por eso, cuando todas estas libertades, o fases de la libertad racional, no existen al mismo tiempo, puede decirse ninguna libertad existe propiamente.
…Ser libre no es sólo actuar según la razón, sino también pensar según la razón, creer según la razón, escribir según la razón, ver según la razón… Si, pues, queremos ser libres, seamos antes dignos de ello. La libertad no llega de golpe. Es el parto lento de la civilización. La libertad no es la conquista de un día; es uno de los fines de la humanidad, fin que jamás obtendrá sino relativamente.
38) Agustín (354-430 d.C.) – El deseo de sabiduría
Agustín de Hipona fue un importante filósofo y un santo católico. Su influencia en el pensamiento católico y en la filosofía medieval ha sido enorme. Lo que sigue es una adaptación de su libro DE LIBRE ARBITRIO, segunda parte.
Así como se acuerda que todos deseamos ser felices, también se acuerda que todos deseamos ser sabios, porque ¿quién es feliz sin sabiduría? Porque nadie está satisfecho sin el bien supremo que se descubre y posee en la verdad que llamamos sabiduría.
Incluso antes de ser felices, la idea de la felicidad está impresa en nuestra mente. Así sabemos, y podemos afirmar con seguridad y sin ninguna duda, que deseamos ser felices. Del mismo modo, incluso antes de ser sabios, la noción de sabiduría está impresa en nuestra mente. Por eso cada uno de nosotros, si se le pregunta si quiere ser sabio, responde sin sombra de duda que sí. … Porque si tu mente no fuera consciente de alguna manera de lo que es la sabiduría, nunca sabrías que deseas ser sabio, o que deberías desear serlo -y ninguna de las dos cosas, creo, negarás.
37) Søren Kierkegaard (1813-1855) – La subjetividad es la verdad
Filósofo danés, padre del existencialismo. Su pregunta central es: ¿Qué significa vivir auténticamente, “existir” realmente como ser humano? Su respuesta: vivir “subjetivamente”, con todo el ser, con pasión, compromiso y fe. Lo que sigue es una adaptación de su POSDATA FINAL NO CIENTÍFICA (1846).
Sólo el conocimiento que se relaciona con la existencia es un conocimiento esencial. Todo conocimiento que no sea existencial -que no implique una reflexión interior- es realmente un conocimiento accidental. Su grado y alcance no tienen importancia. … El punto más alto de la interioridad en una persona existente es la pasión, porque la pasión corresponde a la verdad como una paradoja [=sin apoyo de la razón objetiva]. … Al olvidar que somos sujetos existentes, perdemos la pasión, y la verdad deja de ser una paradoja, pero el sujeto conocedor empieza a perder su humanidad y se vuelve fantástico.
… El acento objetivo está en el QUÉ se dice; el acento subjetivo está en el CÓMO se dice. … Sólo en la subjetividad hay decisión y compromiso, por lo que buscarla en la objetividad es estar en un error. La pasión del infinito hace surgir la decisión, no su contenido. De este modo, el CÓMO subjetivo y la subjetividad son la verdad.
36) Francis Herbert Bradley (1846-1924) – Armonía en el absoluto
Un filósofo británico, influyente en vida, pero olvidado después de su muerte. Inspirado por Hegel, planteó un Absoluto, donde toda la realidad está unida en un todo coherente, y donde el pensamiento y el ser son uno. Lo siguiente es una adaptación de su APARIENCIA Y REALIDAD (1893).
No podemos encontrar ninguna provincia del mundo tan baja que el Absoluto no la habite. En ninguna parte hay un solo hecho tan fragmentario y tan pobre que no le importe al universo. Hay verdad en cada idea aunque sea falsa, hay realidad en cada existencia por más leve que sea; y donde podemos señalar la realidad o la verdad, está la única vida indivisa del Absoluto. […] Pero por otro lado, la Realidad no es la suma de las cosas. Es la unidad en la que todas las cosas, al juntarse, se transforman, aunque no por igual. Y en esta unidad, las relaciones de separación y hostilidad se afirman y se absorben. Estas relaciones también son armoniosas en el Todo […] La hostilidad extrema implica una relación más intensa, y esta relación es parte del Todo y enriquece su unidad. La aparente desarmonía y perturbación es anulada en la armonía, y es la condición de un desarrollo más completo e individual.
35) Simone de Beauvoir (1908-1986) – El valor de la libertad
Filósofa existencialista francesa, escritora y feminista. En LA ÉTICA DE LA AMBIGÜEDAD (1947) sostiene que, aunque ningún juicio objetivo puede decirnos el valor objetivo de nuestra acción, lo que importa es que estamos actuando desde nuestra libertad.
Independientemente de las increíbles dimensiones del mundo que nos rodea, de la densidad de nuestra ignorancia, de los riesgos de catástrofes y de nuestra debilidad como individuos dentro de la inmensa colectividad, el hecho es que hoy en día somos absolutamente libres si elegimos querer nuestra existencia en su finitud, una finitud que está abierta al infinito. Y de hecho, cualquier persona que haya conocido amores reales, revueltas reales, deseos reales y voluntad real, sabe muy bien que no necesita ninguna garantía externa para estar seguro de sus objetivos. Su certeza en ellos viene de su propio impulso.
Hay un viejo dicho que dice: “Haz lo que debas, pase lo que pase”. … Si cada persona hiciera lo que debe, la existencia se salvaría en cada persona sin necesidad de soñar con un paraíso donde todo se reconciliaría con la muerte.
34) Simone Weil (1909-1943) – Para aceptar el vacío
Una filósofa espiritual francesa. Su libro GRAVEDAD Y GRACIA (1940-2) nos dice que no tenemos los poderes para resistir nuestros deseos naturales – necesitamos un vacío (como un “agujero”) en nuestra psicología, donde la gracia sobrenatural pueda entrar y actuar.
Como un gas, el alma tiende a llenar todo el espacio que se le da. Un gas que se contrae y deja un vacío – esto es contrario a la ley de la entropía. … No ejercer todo el poder que tienes es tener un vacío. Esto es contrario a todas las leyes de la naturaleza. Sólo la gracia puede hacerlo.
…aceptar un vacío en nosotros mismos es sobrenatural. ¿Dónde está la energía para un acto que no tiene nada que lo contrarreste? La energía tiene que venir de otra parte. Sin embargo, primero algo debe romperse, algo desesperado tiene que ocurrir, el vacío debe ser creado.
… El ser humano escapa de las leyes de este mundo sólo en los destellos de los relámpagos. Momentos en que todo se detiene, instantes de contemplación, de pura intuición, de vacío mental, de aceptación del vacío moral. Es a través de tales instantes que es capaz de lo sobrenatural.
33) Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) – El espíritu es la libertad
Un importante filósofo alemán. Para él, la historia del mundo es la historia del Espíritu, que pasó por varias etapas históricas para actualizar su conocimiento potencial y su autoconciencia. Lo siguiente es de sus LECCIONES SOBRE FILOSOFÍA DE LA HISTORIA (1837).
Así como la esencia de la materia es la gravedad, entonces, en contraste, podemos afirmar que la esencia del Espíritu es la Libertad. Todos estarán fácilmente de acuerdo en que el Espíritu tiene también, entre otras propiedades, Libertad; pero la filosofía enseña que todas las cualidades del Espíritu existen sólo a través de la Libertad; que todas estas cualidades son sólo medios para alcanzar la Libertad; que todas ellas buscan y producen esto y sólo esto. Es un resultado de la filosofía especulativa que la libertad es la única verdad del Espíritu.
La materia posee gravedad por su tendencia a un punto central. Es esencialmente compuesta – consistente en partes que se excluyen unas a otras. Busca su unidad… El espíritu, en cambio, puede definirse como aquello que tiene su centro en sí mismo. No tiene una unidad fuera de sí mismo, sino que ya la ha encontrado; existe en y con él. La materia tiene su esencia fuera de sí misma; el espíritu tiene una existencia auto-contenida.
32) Johann Gottlieb Fichte (1762-1814) – La voz de la conciencia
Un importante filósofo alemán. En su libro LA VOCACIÓN DEL HOMBRE (1800) encuentra el fundamento no en la razón (como el “pienso luego existo” de Descartes), sino en la voz de la conciencia moral. A través de la fe en esta voz, acepto que el mundo es real, y que mi vocación es obedecer a este llamado superior. (Ver texto completo en AGORA)
“¡Tu vocación no es sólo saber, sino según tu conocimiento actuar!” – Esto es lo que escucho en lo más profundo de mi alma, tan pronto como me recojo por un momento, y reflexiono sobre mí mismo. “No estás aquí para la contemplación ociosa de ti mismo, ni para reflexionar sobre tus experiencias, no, estás aquí para la acción. Tu valor está determinado por tu acción, y sólo por tu acción.”
… Esta voz de mi conciencia me anuncia precisamente lo que debo hacer y lo que no debo hacer en cada situación particular de la vida. Me acompaña, si sólo la escucho con atención, a través de todos los acontecimientos de mi vida… Mi vida deja de ser una obra vacía sin verdad ni significado. Hay algo que debe hacerse absolutamente por su propio bien. Lo que la conciencia me exige en esta situación particular de la vida es algo que debo hacer, y por eso estoy aquí.
31) Boecio de Dacia (Siglo XIII) – La búsqueda de la sabiduría
Un filósofo danés que enseñó en la Universidad de París. Sostenía que la filosofía, como la contemplación de la verdad y la virtud, es la actividad humana más elevada, y debería guiarnos independientemente de la religión – por la cual él fue perseguido por la Iglesia. Lo siguiente es adoptado de su libro “El Bien Supremo”.
… Todas las operaciones de los poderes inferiores del hombre son para las operaciones de su poder superior, el intelecto. Y, si entre las operaciones de los poderes intelectuales, hay una que es la mejor y más perfecta, entonces todos los otros poderes existen naturalmente por su bien. Cuando una persona realiza una operación de este tipo, disfruta del estado más alto posible para un ser humano. Tales personas son los filósofos, que pasan sus vidas en la búsqueda de la sabiduría. Por lo tanto, todos los poderes que se encuentran en el filósofo operan de acuerdo al orden natural – el más temprano por el bien del más tardío, el más bajo por el bien del más elevado y más perfecto.
… Puesto que, en el filósofo, todos los poderes son para el poder más elevado y la acción más elevada, que es la contemplación de la verdad y el deleite en la verdad, y sobre todo de la primera verdad, por lo tanto, el deseo de los filósofos de saber, nunca será satisfecho hasta que no conozcan al ser increado [=ser eterno].
30) Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) – Virtud, libertad, amor
Un filósofo francés que influyó profundamente en el pensamiento político y social moderno. Su filosofía de la educación se presenta en su libro EMILE (1762), sobre un educador imaginario que educa al niño Emile. Aquí Emile, ya un joven adulto, se enamora, y el educador le anima a seguir su amor, pero también a tener control sobre él.
Hijo mío, no hay felicidad sin valor, ni virtud sin lucha. La palabra “virtud” se deriva de una palabra que significa fuerza, y la fuerza es el fundamento de toda virtud. La virtud es la herencia de una criatura que es débil por naturaleza, pero fuerte por voluntad. … ¿Qué se entiende por un hombre virtuoso? Aquel que puede conquistar sus amores, porque entonces sigue su razón, su conciencia; cumple con su deber; es su propio amo y nada puede desviarlo del camino correcto. Hasta ahora sólo has tenido la apariencia de libertad, la libertad insegura del esclavo que no ha recibido sus órdenes. Ahora es el momento de la verdadera libertad. Aprende a ser tu propio amo; controla tu corazón, Emile, y serás virtuoso. …
Esta es tu primera pasión [amor]. Tal vez sea la única pasión digna de ti. Si puedes controlarla como un hombre, será la última; serás el amo de todo lo demás, y no obedecerás más que a la pasión por la virtud.
29) Aldous Huxley (1894-1963) – El ser como una isla
Un influyente pensador y escritor inglés. Lo que sigue está ligeramente simplificado de su libro LAS PUERTAS DE LA PERCEPCIÓN (1954), donde cuenta sus experiencias con la droga mescalina y reflexiona sobre sus implicaciones filosóficas.
Vivimos juntos, actuamos y reaccionamos el uno al otro; pero siempre y en todas las circunstancias estamos solos. Los mártires van tomados de la mano a la arena; son crucificados solos. Los amantes, abrazados, tratan desesperadamente de fusionar sus éxtasis aislados en una sola auto-trascendencia; en vano. Por su propia naturaleza, cada espíritu encarnado está condenado a sufrir y disfrutar en soledad. Sensaciones, sentimientos, intuiciones, fantasías – todo esto es privado e incomunicable, excepto a través de símbolos y de segunda mano. Podemos recopilar información sobre las experiencias, pero nunca las experiencias en sí mismas. Desde la familia hasta la nación, cada grupo humano es una sociedad de universos islas.
La mayoría de los universos islas son lo suficientemente similares como para permitir la comprensión a través de la inferencia, o incluso la empatía mutua… Verse a sí mismo como los demás nos ven, es un regalo muy valioso. No menos importante es la capacidad de ver a los demás como se ven a sí mismos. ¿Pero qué pasa si esos otros pertenecen a una especie diferente y habitan un universo radicalmente extraño?
28) John Sullivan Dwight (1813-1893) – La música es de la unidad
Un pensador americano y crítico musical del movimiento trascendentalista americano (que también incluía a Emerson y Thoreau). Lo siguiente es una adaptación de su ensayo “Música” (1849), que describe la música como un lenguaje universal a través del cual nos comunicamos con la unidad del universo.
Los impulsos nativos del alma… cuando se consideran en su esencia y tendencia original no distorsionada, son amores divinamente implantados. La unión, la armonía de algún tipo, es su propia vida. Encontrarse, unirse, mezclarse por métodos complejos y rápidos, es todo su negocio y esfuerzo a través de la eternidad. … A través de estos (¿cómo si no?) los corazones de la raza humana se tejerán en un todo mutuamente consciente e indiviso, un templo viviente no demasiado estrecho ni demasiado fragmentario para recibir al Espíritu del Bien.
¿No se anuncia en la música, el lenguaje natural de estas pasiones, que no puede expresar la corrupción ni ningún sentimiento maligno, sin dejar de ser música?; ¿Que no tiene tono para ninguna mala pasión, y lo que expresa se traduce en armonía y belleza? … Porque la música no puede dejar de ser armonía, no puede dejar de simbolizar la relación sagrada de cada uno con todos, no puede contraer una mancha, como tampoco el rayo de sol que brilla en todos los rincones.
27) Jean Paul Sartre (1905-1980) – La existencia antes que la esencia
Un influyente filósofo existencialista francés, activista político y novelista. Para él, la conciencia humana es radicalmente libre – no hay una naturaleza humana fija que determine nuestros comportamientos, pensamientos o emociones. En este sentido nos creamos a nosotros mismos en cada momento.
¿Qué queremos decir con que la EXISTENCIA PRECEDE A LA ESENCIA? Queremos decir que el ser humano primero existe, se encuentra a sí mismo, surge en el mundo – y se define a sí mismo después. El ser humano, como es visto por el existencialista, no puede ser definido porque al principio no es nada. No será nada hasta más tarde, y entonces será lo que haga de sí mismo.
… Lo que queremos decir es que el ser humano tiene más dignidad que una piedra o una mesa. Porque en primer lugar existe – es algo que se empuja hacia un futuro, y es consciente de que esto es lo que está haciendo. Un ser humano es, en efecto, un proyecto que tiene una vida subjetiva, en lugar de ser una especie de musgo, o un hongo o una coliflor. Antes de proyectarse, nada existe; ni siquiera en el cielo de la inteligencia: Un ser humano sólo alcanzará la existencia cuando sea lo que decida ser.
26) Erich Fromm (1900-1980) – El arte de amar
Un psicólogo y filósofo judío nacido en Alemania que trabajó en México, EE.UU. y Suiza. Su libro EL ARTE DE AMAR (1956) sugiere que el verdadero amor – que es raro en nuestra sociedad – no se centra en las propias necesidades personales, sino que es una actitud de entrega activa al mundo.
El amor no es primariamente una relación con una persona específica. Es una actitud, una orientación de carácter que determina la relación de una persona con el mundo como un todo, no hacia un “objeto” de amor. Si una persona sólo ama a otra persona y es indiferente al resto de sus semejantes, su amor no es amor sino un apego simbiótico o un egoísmo ampliado. … [Cuando] uno no ve que el amor es una actividad, un poder del alma, uno cree que sólo es necesario encontrar el objeto correcto – y todo funcionará por sí mismo después.
Si realmente amo a una persona, amo a todas las personas, amo al mundo, amo la vida. Si puedo decirle a alguien más, “Te amo”, debo ser capaz de decir “Amo en ti a todos, amo a través de ti al mundo, amo en ti también a mí mismo”.
25) Giacomo Leopardi (1798-1837) – Niveles de autoconocimiento
Un importante pensador y poeta italiano que murió a la edad de 39 años. Lo siguiente es de su libro PENSAMIENTOS (Pensieri, 1837), una colección de fragmentos sobre la humanidad, que a menudo son pesimistas y oscuros.
Nadie se convierte en hombre (o mujer) antes de haber tenido una considerable experiencia de sí mismo que se revela a sí mismo, y determina su opinión de sí mismo, y por lo tanto determina su destino y su condición en la vida. Antes de esta gran experiencia, nadie en el mundo es mucho más que un niño…
Sin embargo, si esta experiencia ocurre… entonces conoce por experiencia la naturaleza de las pasiones, conoce su propia naturaleza y temperamento, tiene un sentido de sus propias habilidades y fortalezas. Y por ahora, puede juzgarse a sí mismo y lo que debe esperar o desesperar de sí mismo, y qué lugar está probablemente destinado a tener en el mundo.
En resumen, la vida parece diferente a sus ojos, ya que ha cambiado para él de una cosa escuchada a una cosa vista, de algo imaginado a algo real, y se siente en medio de ella, tal vez no más feliz pero más poderoso que antes, es decir, más inclinado a hacer buen uso de sí mismo y de los demás.
24) Friedrich Nietzsche (1844-1900) – El auto-creador
Un pensador alemán, un gran filósofo moderno. Lo siguiente es de la sección “En el camino del creador” de Así habló Zaratustra (1883). Aquí, el Zaratustra de Nietzsche imagina al “creador” que rechaza los valores superficiales de la sociedad y crea nuevos valores para sí mismo (sus propias “leyes” o “el bien y el mal”), viviéndolos plena y apasionadamente. Esto hace que su vida sea noble y significativa, pero solitaria y difícil. (Lea más en Agora)
¿Te llamas a ti mismo libre? Quiero oír tu pensamiento dominante, no oír que has escapado de un yugo. ¿Eres uno de esos que tiene el DERECHO de escapar de un yugo? Algunas personas tiran su último valor cuando tiran su servidumbre.
¿Libre DE qué? ¡Eso no le importa a Zaratustra! Pero tus ojos deberían decirme con brillo: ¿Libre PARA qué? ¿Puedes darte a ti mismo tu propia maldad y tu propio bien, y poner tu propia voluntad por encima de ti mismo como una ley? ¿Puedes ser tu propio juez y castigador de tu ley? Es terrible estar a solas con el juez y el castigador de la propia ley. Así es como una estrella es lanzada al vacío y al aliento helado de la soledad.
23) Maurice Maeterlinck (1862-1949) – La vida más profunda
Un dramaturgo, poeta y premio Nobel de literatura belga. No era un filósofo académico, pero escribió muchos ensayos cortos sobre la vida. El siguiente es una adaptación del ensayo “La vida más profunda” de su libro EL TESORO DE LOS HUMILDES (1897):
Cada persona tiene que buscar su propia habilidad especial para una vida superior en medio de la humilde e ineludible realidad de la existencia diaria. No puede haber un objetivo más noble en la vida que este. Sólo a través de nuestras comunicaciones con el infinito podemos distinguirnos unos de otros. Si el héroe es más grande que el desgraciado que camina a su lado, es porque en cierto momento de su existencia se hizo más consciente de una de estas comunicaciones. …
Está dentro de nuestro poder aumentar estas comunicaciones. En la vida de cada persona hubo un día en que los cielos se abrieron por sí mismos, y este momento es casi siempre el nacimiento de su verdadera personalidad espiritual. Ciertamente, este momento forma nuestros rasgos invisibles y eternos que revelamos (aunque no lo sepamos) a los ángeles y a las almas. Pero con la mayoría de la gente es sólo la casualidad la que causó que los cielos se abrieran.
22) Plotino (204-270 d.C.) – La belleza espiritual
Un importante filósofo neoplatónico que vivió en la antigüedad tardía, principalmente en Roma. Lo siguiente es de su Enéadas 1, Tratado 6: “Belleza”. (Lea más en Agora.)
Hay bellezas que son más fundamentales y elevadas que la belleza de los objetos materiales. En el mundo de los sentidos ya no las conocemos, pero el alma, que no depende de los órganos sensoriales, las ve y las anuncia. Debemos ascender a la visión de estas bellezas, y dejar los sentidos en su lugar más bajo.
… Tal visión es sólo para aquellos que ven con la vista del Alma. Y cuando experimentan esta visión, se regocijan y se llenan de alegría y de una agitación que es más profunda que cualquier otra cosa, porque ahora se mueven en el reino de la verdad. Este es el espíritu al que la belleza siempre inspira, asombro y una deliciosa agitación, anhelo y amor y un delicioso temblor. …
Por lo tanto, debemos ascender de nuevo hacia el Bien, que es lo que toda alma desea. Cualquiera que lo haya visto, sabe lo que quiero decir cuando digo que es hermoso.
21) Maria Zambrano (1904-1991) – La luz irracional
Una filósofa poética española que creía en el poder de los estados mentales irracionales, como el sueño y el delirio. Lo siguiente es de su libro CLAROS DEL BOSQUE (1977). Aquí nos dice que debemos cerrar los ojos (“dormir”) ante la aguda y violenta luz de la razón, y “despertar” en el irracional “inframundo”, donde una luz más suave de comprensión más profunda nos dará la bienvenida. (Lea más en Agora.)
Uno debe dormirse arriba en la luz. Uno debe estar despierto abajo en la oscuridad intraterrena, intracorporal, de los diversos cuerpos en que habita el hombre terrestre: el de la tierra, el del universo, el suyo propio.
Allá abajo en “las profundidades”, en los submundos, el corazón observa, se mantiene despierto, y se vuelve a despertar dentro de sí mismo.
Arriba, en la luz, el corazón se abandona, se rinde. Se recoge a sí mismo. Finalmente se duerme y ya no siente dolor. En la luz acogedora donde no se sufre violencia, se ha llegado a esa luz sin forzar ninguna puerta e incluso sin abrirla, sin haber pasado por dinteles de luz y sombra, sin esfuerzo y protección.
20) Friedrich Schiller (1759-1805) – Lo sublime
Un filósofo, poeta y dramaturgo alemán. Lo siguiente es una adaptación de su ensayo SOBRE LO SUBLIME (1801). Para él, la belleza sigue el orden y la razón, mientras que lo sublime nos lleva más allá de la razón, a un reino más alto de libertad.
Hay dos capacidades que la naturaleza nos dio como compañeros a lo largo de la vida. En la primera reconocemos el sentimiento de lo bello, en la segunda el sentimiento de lo sublime. … Con la belleza nos sentimos libres, porque nuestros sentidos están en armonía con las leyes de la razón. Con lo sublime nos sentimos libres, porque nuestros sentidos no tienen influencia en el reino de la razón, porque el espíritu actúa como si sólo estuviera bajo sus propias leyes…
La sensación de lo sublime es un sentimiento mixto. Es una combinación de ansiedad, que se expresa a sí misma en su más alto grado como un estremecimiento, y como una alegría, que puede llegar al éxtasis. Y aunque no es precisamente un placer, las almas delicadas generalmente lo prefieren a todo placer. … Sentimos a través del sentimiento de lo sublime que nuestra naturaleza espiritual no está necesariamente determinada por el estado de nuestros sentidos; que las leyes de la naturaleza no son necesariamente nuestras leyes; y que tenemos en nosotros un principio autónomo, independiente de todas las impresiones sensuales..
19) Aristóteles (384–322 a.C.) – Felicidad y virtud
Un importante filósofo antiguo, nacido en Macedonia, estudió con Platón, y fue tutor de Alejandro Magno. En el Libro I de su Ética a Nicómaco habla de la felicidad (“Eudaimonia”, o florecimiento):
El placer pertenece al alma, y el placer para cada persona es acerca de lo que es amante: Caballos para los amantes de los caballos, y actuaciones para los amantes del teatro, y de la misma manera la justicia es agradable para una persona que ama la justicia. Y, en general, las cosas que se conforman con la virtud son agradables para los que aman la virtud.
Ahora bien, los placeres de la mayoría de las personas están en conflicto entre sí, porque no son agradables por su naturaleza. Pero los amantes de la bondad se complacen en cosas que son agradables por su naturaleza. Tales son siempre acciones conformes a la virtud, por lo que son agradables en sí mismas para los amantes de la bondad. La vida de estas personas no necesita un placer extra como una atracción adicional, porque contiene su placer en sí mismo…
Pero si es así, entonces las acciones virtuosas deben ser agradables en sí mismas. Pero también son buenas y nobles. Y son buenas y nobles en el más alto grado, ya que la persona buena juzga bien estas cosas. La felicidad, entonces, es la mejor, más noble y más agradable cosa en el mundo.
18) George Santayana (1863-1952) – La belleza como perfección
Un filósofo, poeta y novelista hispanoamericano. Lo siguiente es una adaptación y simplificación de su libro EL SENTIDO DE LA BELLEZA (1896). Aquí Santayana explica que la belleza nos da un sentido de perfección y fe en ella. (Lea más sobre el Ágora)
Nuestra mente está satisfecha cuando encuentra la armonía entre lo que somos y lo que experimentamos: La encuentra en la experiencia de la belleza. Cuando nuestras percepciones y nuestra imaginación encuentran lo que piden… para que la correspondencia entre ellas sea perfecta, entonces la percepción es placer y la existencia no necesita disculpas. La dualidad que es la condición del conflicto desaparece…
Por lo tanto, la belleza parece ser la más clara manifestación de la perfección, y la mejor evidencia de su posibilidad. Si la perfección es, como debe ser, la última justificación del ser, podemos entender la dignidad moral de la belleza. La belleza es un testimonio del posible acuerdo entre el alma y la naturaleza, y por consiguiente una razón de fe en la supremacía del bien.
17) Ralph Waldo Emerson (1803-1882) – El super-alma
Un filósofo americano, líder del movimiento trascendentalista. Lo siguiente es del ensayo “El Super-Alma”. Para Emerson, el “Super-Alma” es una dimensión superior de la existencia, la fuente de inspiración y sabiduría. (Lea más en Agora.)
El hombre es una corriente cuya fuente está oculta. Nuestro ser desciende hacia nosotros desde no sabemos dónde. …me veo obligado en cada momento a reconocer un origen más elevado de los acontecimientos que la voluntad que llamo “mía”.
Al igual que con los eventos, también lo es con los pensamientos. Cuando observo ese río que fluye y que, de regiones que no veo, vierte por un tiempo sus corrientes en mí, veo que soy un pensionado, no una causa, sino un espectador sorprendido de esta agua etérea; que puedo desear y buscar y ser receptivo, pero cuyas visiones vienen de alguna energía ajena.
… Vivimos en sucesión, en división, en partes, en partículas. Mientras tanto, dentro de cada persona está el alma del todo, el sabio silencio, la belleza universal, con la que cada parte y partícula está igualmente relacionada, el eterno UNO.
16) Miguel de Unamuno (1864-1936) – El amor como autocompasión
Un filósofo, novelista y poeta español. Lo siguiente es una adaptación del capítulo 7 de su libro DEL SENTIMIENTO TRÁGICO DE LA VIDA (1912), que gira en torno a la cuestión de la muerte, un tema central en su filosofía. (Lea más en Ágora.)
Amar espiritualmente es sentir compasión, y quien se siente más compasivo, ama más. La gente que arde en caridad hacia sus semejantes se siente así porque ha comprendido las profundidades de su propia miseria, de su propia falta de sustancia, de su propia nada. Y luego, después de abrir los ojos hacia sus semejantes, ven que estas personas también son igualmente miserables, sujetas a la aniquilación, y sienten por ellas compasión y amor.
… de este amor o compasión por ti mismo, de esta intensa desesperación, del conocimiento de que no existirás después de que mueras al igual que no existías antes de tu nacimiento, pasas a sentir compasión por – es decir, amor a – todos tus semejantes en este mundo de apariencia, esas miserables sombras que andan por ahí, yendo de la nada a la nada, meros destellos de conciencia que brillan por un momento en la infinita y eterna oscuridad.
15) Susan Langer (1895-1985) – La vida de los sentimientos
Una filósofa americana del arte, popular en el pasado pero hoy en día a menudo olvidada. (Lea más en Agora) Lo siguiente es una adaptación de su libro SENTIMIENTO Y FORMA: UNA TEORÍA DEL ARTE (1953):
La sensación pura – ahora el dolor, ahora el placer – no tienen ninguna unidad, y cambian la sensibilidad de la persona sólo en formas simples. Lo que es importante en la vida humana son las sensaciones que son interpretadas y formadas: recordadas y anticipadas, temidas o deseadas, o incluso imaginadas y evitadas. … La continuidad del pensamiento sistematiza nuestras emociones en actitudes con distintas cualidades, y determina el alcance de las emociones de un individuo. En otras palabras: gracias a nuestro pensamiento e imaginación tenemos no sólo sentimientos, sino una VIDA DE SENTIMIENTO. …
El artista no tiene que experimentar en la vida real cada emoción que pueda expresar. Manipulando los elementos que ha creado, puede descubrir nuevas posibilidades de sentimientos, estados de ánimo extraños, tal vez concentraciones de pasiones que son mayores que las que su propio temperamento podría producir. Porque aunque una obra de arte revela el carácter de la subjetividad, es en sí misma objetiva. Su propósito es objetivar la VIDA DE LOS SENTIMIENTOS.
14) Epicteto (55-135 d.C) – Libertad interior
Un importante filósofo estoico, nacido en Roma como esclavo, educado y liberado por su adinerado maestro, y luego enseñó filosofía hasta su muerte. (Lea más en Agora.) Lo siguiente es de su Enquiridion (135 AD):
15. Recuerda que debes comportarte en la vida como en una cena. ¿Te traen un plato? Extiende tu mano y toma tu parte con moderación. ¿se aleja? No lo detengas. ¿No ha llegado todavía? No estires la mano, pero espera a que te llegue. Hazlo con respecto a los hijos, la esposa, los cargos públicos, las riquezas, y eventualmente serás un digno participante del banquete de los dioses.
17. Recuerda que eres un actor en un drama, de cualquier tipo que el autor desee hacer. Si es corto, entonces corto; si es largo, entonces largo. Si el autor desea que hagas el papel de un pobre, o de un lisiado, o de un gobernador, o de un hombre del pueblo, asegúrate de que lo haces bien. Porque esta es tu tarea, actuar bien el personaje que se te asignó. Elegir tu papel es asunto de alguien más.
13) Michel de Montaigne (1533-1592) – Soledad
Un influyente filósofo, noble y político francés. Describe las dificultades de alcanzar la soledad real en sus ENSAYOS, Libro 1, Capítulo 39: “Soledad”. (Lea más en Agora.)
No basta con alejarse del público, y no basta con ir a otro lugar. Tenemos que alejarnos de las condiciones de lo público que están dentro de nosotros. Es nuestro propio ser el que tenemos que aislar y poseer de nuevo.
(“He roto mi cadena”, dices. Pero un perro puede romper su cadena y aún así llevar una larga parte de ella unida a su cuello” – Persio)
Llevamos nuestras cadenas con nosotros. Nuestra libertad no es total. Todavía miramos las cosas que hemos dejado atrás. Nuestra imaginación sigue estando llena de ellas. … Nuestra enfermedad yace en la mente, y no puede escapar de sí misma. (“La mente que nunca se escapa de sí misma tiene la culpa” – Horacio)
Así que debemos traer de vuelta la mente y arrastrarla dentro de sí misma. Esa es la verdadera soledad. Se puede disfrutar en las ciudades y en las cortes de los reyes, pero es más conveniente estar solo.
12) Novalis (1772–1801) – Filosofía, poesía y el todo
Un importante poeta y filósofo del romanticismo alemán. Para él, la filosofía y la poesía deben unirse para elevar a la humanidad, y conectarnos con la naturaleza y con el todo. (Lea más en Agora.) El siguiente texto es de sus FRAGMENTOS LÓGICOS I:25:
La poesía eleva cada cosa individual a través de una combinación particular con el resto del todo. Y cuando la filosofía prepara al mundo para la influencia activa de las ideas, la poesía es la llave para la filosofía – de su propósito y sentido. Porque la poesía da forma a la hermosa sociedad, a la familia mundial, el hermoso hogar del universo.
La filosofía refuerza los poderes del individuo con los poderes de la humanidad y el universo, a través del sistema y el estado, haciendo del todo el instrumento del individuo, y haciendo del individuo el instrumento del todo. De la misma manera, la poesía funciona con respecto a la vida: El individuo vive en el todo y el todo en el individuo. A través de la poesía surge la más alta simpatía y actividad común, la más íntima comunión de lo finito y lo infinito.
11) Willem Zuurdeeg (1906-1963) – El llanto humano
Un filósofo holandés de la religión. Lo siguiente es de su libro “El hombre antes del caos”, publicado después de su muerte:
La filosofía nace en un llanto. La fuente del filosofar no es fría, abstracta e intelectual, sino una profunda y apasionada preocupación por la vida y su significado. … El nacimiento de Platón como filósofo llegó cuando llorando gritó en voz alta: “¡El ser DEBE prevalecer sobre el sinsentido y la muerte!” …
El llanto filosófico sugiere que una persona puede llegar a ser auténticamente humana cuando ha llorado en la ansiedad y el triunfo, en la enojada rebelión y en la reverencia alegre. Alguien o algún evento lo ha tocado de manera vital, lo hiere, lo derriba. Cuando esto sucede, la cubierta se retira desde una posibilidad más profunda y completa de su ser. Un ser que había sido atrapado, o que está durmiendo, se libera o despierta. A través de este llanto, la persona puede llegar a ser más verdaderamente ella misma, alcanzando una humanidad plena al establecer una relación más completa con su propio ser, con los demás, con su mundo y con su Dios.
10) Gabriel Marcel (1889-1973) – La generosidad como luz
Un filósofo existencialista francés, dramaturgo y crítico musical. Para él, la “luz” no es sólo una metáfora, sino una categoría fundamental de ciertas realidades de la vida, como la generosidad (EL MISTERIO DEL SER, 1951):
Dar es expandir, expandirse. Pero debemos tener cuidado de no interpretar esto de manera material, como si algo que está demasiado lleno fluyera. El alma del regalo es su generosidad, y obviamente la generosidad es una virtud que debe ser cuidadosamente distinguida del exceso. ¿No sería una definición precisa de la generosidad: UNA LUZ CUYA ALEGRÍA ES DAR LUZ, SER LUZ? … La propiedad especial de la luz es que ilumina, ilumina para los demás. Esto va más allá de la distinción entre el para mí y el para los demás. Incluso podríamos decir que esta distinción no existe para la luz. Si la alegría de la luz es ser luz, entonces sólo puede desear serlo siempre más. La luz se conoce a sí misma, entonces, como iluminadora; y este conocimiento no es como una sensación de debilitarse y desperdiciarse a sí misma, sino por el contrario – ayuda a aumentar su poder. Como el fuego, la generosidad se nutre a sí misma.
9) José Ortega y Gasset (1883-1955) – El amor como un flujo
Un influyente filósofo español que escribió sobre la experiencia humana, incluyendo el amor. (Lea más en el sitio web de Agora.) Este texto es de su libro ESTUDIOS SOBRE EL AMOR (1939):
El amor va del amante al amado, de mí hacia el otro, en dirección centrífuga. … Cuando amamos, abandonamos la tranquilidad y estabilidad dentro de nosotros mismos, y migramos virtualmente hacia el amado. Y este constante estado de migración es lo que es estar enamorado.
… El amor se prolonga en el tiempo: No se ama en series de momentos repentinos o instantes aislados que se encienden y mueren como la chispa de una turbina, sino que se ama al amado con continuidad… El amor es un flujo, una corriente de materia espiritual, un fluido que fluye continuamente como una fuente. … El amor no es una explosión, sino una emanación continua, una radiación psíquica que procede del amante hacia el amado. No es una simple descarga, sino una corriente.
8) Nikolai Berdyaev (1874-1948) – El Coraje sobre el miedo
Un filósofo existencialista espiritual ruso. Para él, la vida es cruel y dolorosa, y la humanidad está en una lucha histórica hacia la espiritualización. (Lea más en el sitio web de Agora.) Este texto es de su libro “Lo divino y lo humano” (1945):
El hombre vive con miedo a la vida y con miedo a la muerte. El miedo gobierna en la vida del individuo y de la sociedad. La ansiedad y la inseguridad de la vida, eventualmente dan lugar al miedo. Pero lo más grave es esto: el miedo distorsiona el pensamiento e interrumpe el conocimiento de la verdad. … El miedo siempre se relaciona con el sufrimiento; se experimenta como sufrimiento, y es el terror del sufrimiento. Es imposible disociar el miedo de este hecho central de la vida humana. El hombre es arrastrado desde el mundo superior al mundo inferior.
… La emancipación del miedo es la principal tarea espiritual del hombre. Lograr la superación del miedo es la condición más elevada del hombre, y es una cuestión de logro, porque nadie puede decir que el miedo es completamente desconocido para él. … Es sólo desde la supra-conciencia que llega la victoria final y decisiva sobre el miedo. Es un triunfo del espíritu.
7) Albert Schweitzer (1875-1965) – Reverencia por la vida
Un pensador, teólogo, músico y médico franco-alemán, que se dedicó a servir a los enfermos en un hospital que construyó en África Occidental. Recibió el Premio Nobel por sus escritos sobre la reverencia a la vida. (Lea más en el sitio web de Agora.)
Sólo a través de la reverencia por la vida podemos establecer una relación espiritual y humana tanto con las personas como con todas las criaturas vivientes a nuestro alcance. Sólo así podemos evitar dañar a otros, y, dentro de los límites de nuestra capacidad, ir en su ayuda siempre que nos necesiten.
… A través de la reverencia por la vida, llegamos a una relación espiritual con el universo. La profundidad interior del sentimiento, que experimentamos a través de él, nos da la voluntad y la capacidad de crear un conjunto de valores espirituales y éticos que nos permite actuar en un nivel superior, porque entonces nos sentimos realmente en casa en nuestro mundo. A través de la reverencia por la vida nos convertimos, en efecto, en personas diferentes.
6) Martin Buber (1878-1965) – Yo y Tú
Filósofo y escritor judío austriaco-israelí, conocido por su distinción entre las relaciones de unión (Yo-Tú) y las relaciones objetivas (Yo-Ello). (Lea más en el sitio web de Agora.) Este texto es de su libro YO Y TÚ (1923):
No hay un Yo por sí mismo, sino sólo el Yo del “Yo-Tú” y el Yo del “Yo-Ello”. …
Cuando me encuentro con un ser humano como mi Tú y Yo le digo la palabra básica Yo-Tú, entonces él no es una cosa entre las cosas, y él no consiste en cosas. Él ya no es Él o Ella, limitado por otros Ellos y Ellas, un punto en la red mundial del espacio y del tiempo. Tampoco es Él una condición que pueda ser experimentada y descrita, una colección de ciertas cualidades. Sin vecinos y sin división, él es Tú y llena el cielo. No es como si no hubiera nada excepto por Él, sino que todo vive en su luz.
5) Abraham Heschel (1907-1972) – Asombro radical
Un pensador judío norteamericano, rabino, filósofo y activista de la justicia social. (Lea más en el sitio web de Agora.) Este texto es de su libro EL HOMBRE NO ESTÁ SOLO (1951):
Somos capaces de mirar el mundo con dos facultades: con la razón y con el asombro. A través de la primera facultad intentamos explicar el mundo, y adaptar el mundo a nuestros conceptos. A través de la segunda facultad buscamos adaptar nuestras mentes al mundo…
El asombro es un estado mental en el que no miramos la realidad a través de nuestro conocimiento memorizado, en el que no damos nada por sentado. Espiritualmente, no podemos vivir solamente repitiendo el conocimiento prestado o heredado. Pregúntale a tu alma qué es lo que sabe, qué es lo que da por sentado. Te dirá que no da nada por sentado; cada cosa es una sorpresa; el ser es increíble. Nos sorprende que veamos cualquier cosa. Nos sorprendemos no sólo por las cosas y valores particulares, sino por lo inesperado del ser en sí mismo, por el hecho de que haya en efecto un ser.
4) Vladimir Solovyov (1853-1900) – La misión del amor
Un pensador ruso que reflexiona sobre la integración universal de la humanidad con el Todo. (Lea más en el sitio web de Agora.) Este texto es de su libro EL SENTIDO DEL AMOR (1894):
Un ser humano, al ser este individuo y no otro individuo, puede llegar a ser el Todo sólo si suprime en su conciencia el límite interno que lo separa de otro ser humano. “Este” puede convertirse en el “Todo” sólo junto con otros. Sólo junto con otros puede un individuo darse cuenta de su significado absoluto, y convertirse en una parte inseparable e irremplazable del todo universal, un órgano original, independiente y vivo de la vida absoluta…
El significado y el valor del amor es que nos obliga a reconocer, con todo nuestro ser, el significado central absoluto de otra persona, de la cual, debido al poder de nuestro egoísmo, somos conscientes solamente en nuestro propio ser. El amor es importante no como uno entre otros sentimientos, sino como la transferencia de todo nuestro interés por nuestra vida, a la de otro, como el cambio del centro de nuestras vidas personales.
3) Max Picard (1888-1965) – El silencio es fundamental
Un pensador suizo y amante de la soledad y la naturaleza. (Lea más en el sitio web de Agora.) Este texto es de su libro EL MUNDO DEL SILENCIO (1948), del capítulo “El fenómeno básico del silencio”:
El silencio es un fenómeno básico. Es decir, es una realidad primaria y objetiva, que no puede ser rastreada hacia ninguna otra cosa. No puede ser reemplazada por nada más. No puede ser intercambiada con ninguna otra cosa…
El silencio es original y auto-evidente como los otros fenómenos básicos, como el amor, la lealtad, la muerte y la vida misma. Pero existía antes de todos ellos, y está en todos ellos. El silencio es el primer hijo entre todos los fenómenos básicos. Envuelve los otros fenómenos básicos – el amor, la lealtad y la muerte. Y hay en ellos más silencio, que habla, más de lo invisible que de lo visible. Hay también, más silencio en una persona del que podemos usar en la vida. Es por eso que cada vida humana está rodeada de un misterio. El silencio en una persona se extiende más allá de la vida del individuo. En este silencio, la persona está conectada con las generaciones pasadas y futuras.
2) Karl Jaspers (1883-1969) – La vida filosófica
Un filósofo y psiquiatra alemán, uno de los fundadores de la filosofía y la psicología existencialista. (Lea más en el sitio web de Agora.) Este texto es de su libro La filosofía desde el punto de vista de la existencia, perteneciente al capítulo “La vida filosófica”:
El ser humano está inclinado al auto-olvido. Debe salir de ello para no perderse en el mundo, en las costumbres, en las banalidades irreflexivas, en el camino familiar. La filosofía es la decisión de despertar nuestra fuente original, de encontrar nuestro camino de regreso a nosotros mismos, y de ayudarnos a nosotros mismos por medio de la acción interna.
Es cierto, nuestro primer deber en la vida es realizar nuestras tareas prácticas, para satisfacer las demandas del día. Pero si deseamos llevar una vida filosófica, no nos conformaremos con tareas prácticas. Consideraremos el trabajo que nos preocupa como un camino hacia el auto-olvido, la omisión y la culpa. Y llevar una vida filosófica también significa tomar en serio nuestra experiencia de los seres humanos, de la felicidad y el sufrimiento, del éxito y el fracaso, de lo oscuro y lo confuso. Significa no olvidar sino poseernos en nuestra experiencia interior, no dejarnos distraer sino pensar plenamente en los problemas, no dar las cosas por sentadas sino aclararlas.
1) Marco Aurelio (121-180 d.C.) – La brevedad de la vida
Un antiguo filósofo estoico y emperador romano. (Lea más en el sitio web de Agora.) El siguiente texto es de su libro MEDITACIONES, Libro V, sección 23
Piense a menudo en la velocidad en la que las cosas pasan y desaparecen, tanto las cosas naturales como las artificiales. Porque el mundo material es como un río en un flujo interminable, y las actividades de las cosas están en constante cambio, y sus causas funcionan en infinitas variedades, y no hay casi nada que se quede quieto. Y considera esto, que está tan cerca de ti: este interminable vacío del pasado y del futuro, en el que todas las cosas desaparecen. ¿No es una tontería, entonces, estar orgulloso de este tipo de cosas o agobiado por ellas y hacerse miserable? Porque te perturban solamente por un tiempo, y por un breve tiempo.
h) Lectura flotante
Normalmente, cuando leemos un texto, tratamos de “comprenderlo” y “capturar” sus ideas en nuestra comprensión. Tratamos de “digerirlo” y “domesticarlo” para ajustarlo a nuestros patrones de pensamiento. En este ejercicio contemplativo leemos un texto filosófico sin el esfuerzo intelectual de captarlo.
Para ello, siéntese de manera tranquila pero relajada. Relaje su mente, y comience a leer el texto filosófico lenta y gentilmente, dejando que el texto fluya sin esfuerzo mental, sin disminuir la velocidad para entender aquello que no es claro. Deje que las palabras e ideas floten como nubes en el cielo, independientemente de si las entiende o no.
Muchas de las ideas probablemente se le escaparán, pero notará destellos de ideas, imágenes e intuiciones. El resultado será un tipo de comprensión diferente – fragmentaria, más allá de la estructura lógica, modesta y sin embargo profunda.
g) Conversación interna con un texto
Cuando conversamos con los demás, especialmente cuando hacemos preguntas y escuchamos las respuestas, escuchamos de una manera especial. Esta es la idea básica de este ejercicio.
Seleccione un texto filosófico corto de uno o más párrafos. Léalo en voz baja y gentilmente unas cuantas veces, escuchando internamente lo que flota en su mente – ideas, asociaciones, recuerdos, imágenes, etc. Ahora, en respuesta, formule una pregunta en su mente, y en silencio haga al texto esta pregunta. Escuche internamente la “respuesta” del texto dentro de usted, y después de un rato continúe esta conversación con otra pregunta. Sus preguntas pueden ser personales, o generales, o lo que usted elija.
Puede que se sienta tonto al hablar con el texto. Sin embargo, recuerde que el objetivo es lograr una cierta conversación interna. Al final de esta conversación interna puede escribir gentilmente una idea que le haya conmovido.
f) Mapa filosófico
Prepare una hoja de papel de dibujo y un lápiz o bolígrafo para dibujar. Lea tranquila y gentilmente un breve texto filosófico (puede elegir uno de los textos de Agora), y escuche interiormente las palabras que resuenan en su interior como cargadas de significado, así como las imágenes y sus asociaciones. Cuando aparezca tal palabra o imagen, seleccione para ella un pequeño lugar en el papel de dibujo, y escríbala o dibújela cuidadosamente. Luego continúe leyendo hasta que la siguiente palabra o imagen resuene en usted – busque para ella otro lugar en el papel y escríbala o dibújela también.
De esta manera, poco a poco irá llenando el papel con palabras e imágenes, relacionadas entre sí geográficamente como un mapa filosófico de ideas. Puede añadir al mapa líneas y círculos para indicar conexiones y distinciones. A lo largo del proceso, todos los movimientos de su mano deben ser gentiles y precisos para mantener un estado mental contemplativo.
e) Recitación (Ruminatio)
Lea cuidadosamente un texto filosófico (puede elegir uno de los textos de Agora), y focalice en un párrafo que le intrigue o le conmueva. Léalo con cuidado varias veces, hasta que identifique una frase que le parezca especialmente cargada de significado. Esta será su frase de recitación del día.
Concéntrese en esta frase y léala una y otra vez, varias veces como un mantra. Lo mejor es hacerlo susurrando en voz baja, un poco más despacio que en la lectura habitual, mientras escucha el flujo de palabras y sonidos. Note cómo las palabras pierden su significado habitual y se convierten en una melodía general. Recite la frase al menos diez o veinte veces, luego haz una pausa durante unos minutos y vuelve a recitarla. Observe especialmente en las pausas entre recitaciones, las imágenes y asociaciones que flotan en su mente. Si surge una idea profunda e interesante, puede escribirla en su cuaderno.
d) Lista esencial
Lea en voz baja y lentamente un breve texto filosófico. Haga una lista de 3 a 6 palabras (o expresiones cortas) que se refieran a las ideas más centrales del texto. Pueden ser sus propias palabras, pero deben expresar el “corazón” del texto tal como usted lo entiende. Por ejemplo, si está usando la Alegoría de la Caverna de Platón, podría escribir: Prisionero; ilusión; salida de la caverna; luz de la verdad.
Ahora, reflexione en silencio sobre estas palabras durante unos minutos – no las analice, simplemente deje que su mente deambule y “resuene” con ellas. Luego de un momento, escriba esas palabras en un papel, y póngalo en un lugar visible (en su mesa, por ejemplo), o llévelo con usted en su bolsillo o bolso. Durante el resto del día, reflexione en la lista de vez en cuando durante unos segundos. Fíjese si alguna imagen o palabra aparece en su conciencia. Al final del día puede mirar hacia atrás e integrar las ideas profundas que ha recibido.
c) Contemplación caligráfica
Normalmente hablamos y escribimos automáticamente, y no prestamos mucha atención a las letras y palabras específicas que estamos vocalizando o poniendo en el papel. Pensamos “a través” del flujo de palabras. En este ejercicio contemplativo nuestro propósito es “detener” las palabras de su flujo automático. De esta manera queremos “hacer presentes” las ideas, para poder saborearlas y escucharlas interiormente y profundamente.
Lea en voz baja un breve texto filosófico. Avance en él despacio varias veces, hasta que note una frase que le llame la atención. La frase parece estar cargada de significado, y “quiere” decirle algo. Cuando esto ocurra, deje el texto y copie la frase en una hoja de papel de una manera muy lenta, precisa y hermosa. Preste atención a cada movimiento de la pluma, a cada línea y círculo, y trate de hacerlos presentes en su conciencia.
Puede usar la escritura caligráfica, si tiene algún conocimiento de ella. Si no, puede crear su propio estilo caligráfico, en base a una fuente que le guste.
b) Nota filosófica
Lea en voz baja y lentamente un texto filosófico de varios párrafos. (Puede usar un texto del sitio web de Agora.) Gentilmente “deguste” las palabras mientras las lee dos o tres veces, y preste atención a las ideas e imágenes que surgen en su mente. Fíjese en una frase que le llame la atención, que parezca especialmente significativa y que “desee hablar con usted”.
Ahora, copie cuidadosamente esa frase en un pedazo de papel, escribiendo tan bellamente como pueda. Ponga este papel en su bolsillo y llévelo con usted durante todo el día. De vez en cuando durante el día, saque esa nota de su bolsillo y léala en silencio. Abra un espacio interior dentro suyo y escuche lo que le dice.
a) Lectura gentil
Preparación: Un breve texto filosófico de unas 4-10 líneas.
Siéntese en un lugar tranquilo en una posición cómoda y simétrica, recta, pero no tensa. Calme su mente por un par de minutos cerrando los ojos, o siguiendo la respiración, etc.
Ahora, mire el texto filosófico que ha preparado de antemano, y deje que sus ojos se deslicen lenta y suavemente sobre las líneas. Hágalo mucho más despacio que su velocidad de lectura habitual, y resista su tendencia natural a correr. Escuche gentilmente cada palabra sin analizar o imponer sus interpretaciones, sin estar tomar el control – deje que las palabras lo guíen. “Deguste” cuidadosamente cada una de las palabras y sienta la forma en que fluyen. Silencie su discurso interior y deje que el texto hable dentro suyo, mientras escucha con atención las imágenes e ideas que surgen en su mente. Es una buena idea volver a leer el texto varias veces.
Su mente debería estar tranquila ahora. Después de que termine de leer, puede continuar sentado en este silencio interior por unos minutos más. Luego, si lo desea, puede reunir sus pensamientos y formular en palabras cualquier comprensión profunda que haya recibido del texto.
TEXTOS COMPLETOS PARA LA CONTEMPLACIÓN
Para una sesión de contemplación con textos, ya sea de un grupo o de un individuo, es mejor utilizar un texto filosófico de unas 300-600 palabras, condensado, preciso y centrado en una idea clara y completa. También es una buena idea elegir un tema que esté relacionado con la vida cotidiana (amor, relaciones, belleza, sentido de la vida, etc.).
Nuestra página web hermana, Ágora de la práctica filosófica, contiene muchos textos de este tipo sobre diferentes temas y de diferentes períodos históricos. Ver la página siguiente:
Philosophers about life
Philosophical Topics